Pétalos iluminados.

Son pétalos iluminados que permanecen por un tiempo empero la noche se apodera y muestra la represión del corazón, poco a poco va liberando lágrimas que caen por la hoja, si no estuviese yo soñando, ¿acaso es realidad? Hace un tiempo vi los rayos apoderarse de su marco y luego encuentro que tan solo era la máscara que se entromete en son de aparentar, para apaciguar la dicha de besos azuzados por las ganas de seguir resplandeciendo. Si solo vieras, como yo, sol mío, el daño que te provocas, sin ganas de seguir moviéndote eres un atardecer eterno en aquella sonrisa momentánea; eres, dulce flor mía, el alma que se mueve junto al viento siguiendo las pasiones con armonía. Cuánto he añorado aquellas noches donde tus secretos se guardaban en la mirada y enamoraba a las estrellas en aquel misterio incesante. Pero temo pequeña flor, que en respuesta al sol solo te abras por acto de inercia y brilles para poder aparentar, porque la verdad es que tus raíces secas están, que las ganas se te han ido, que el amor para ti no existe y solo fuiste una buena jugadora; y en vista de mi cobardía solo me aliento para observar aquel misterio que alguna vez no supe descifrar; que sólo se multiplican al tiempo que conozco uno por uno, la paz no es sinónimo tuyo, mal necesario que me haces permanecer constante. ¿En qué momento me hiciste caer? y sin embargo jamás quisiste que tuviera el placer.
Aquella armonía que en un inicio encontraste, estropeada finalizó. Has de saber que la oscuridad no existe sin la luz y los colores han de desaparecer sólo si estos han de quererlo. Entonces te encontraste en oscuridad cuando el medio día te pedía enamorar. Sumergida en el terror e incertidumbre vez que sólo han de ocuparte si el día ha de quererte. Debes saber que yo te querría igual. Pero entonces te apagaste, amor mío, y tu valentía te hacía seguir acompañando a aquel malcriado día pensando que en algún momento brillarías de nuevo en aquellos pétalos color damasco que tu esencia te haría resplandeciente y colorida si seguías haciendo presencia y solo lograste darte cuenta que el negro dominaba tu aura. Sin embargo, la apariencia te salvó y te levantaste, en el fondo ya estás destruida alma inocente, en el fondo no quieres preocupar a los demás y te condenas bajo la noche para botar todas las lagrimas entre las cuerdas de un par de guitarras soplando melodías, reventando la impaciencia. Yo por mi parte lloro tu desconsuelo y espero que mi color de vida de nuevo a la persona que alguna vez fuiste.

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